Alimentos ecológicos: qué son, y 6 beneficios de consumirlos

¿Son realmente estos alimentos mejores para nuestra salud? Lo analizamos.

Alimentos ecológicos

Hace años la gente no se preocupaba mucho por lo que comía, pero cada vez son más las personas que están interesadas en un estilo de vida saludable. Como no puede ser de otra forma, la comida es uno de los pilares para conseguirlo.

En la búsqueda de una mejor calidad de la comida, pues, es común que los interesados acaben encontrándose con que diferentes fuentes de información hablan de consumir comida ecológica. ¿Por qué dicen que es tan buena la comida ecológica?

Los beneficios de comer alimentos ecológicos

Quienes se han interesado en consumir alimentos saludables seguro que han dado fácilmente con la comida ecológica. Lo cierto es que existen diferentes razones, si bien la idea principal es simple: no acumulan tantos productos químicos.

A continuación encontrarás los seis beneficios de consumir alimentos ecológicos que han sido ya comprobados por los expertos en nutrición a nivel global. Y no solo hablamos de ventajas para nuestra salud, sino que también contribuiremos a que el planeta salga claramente beneficiado a nivel ecológico y medioambiental.

1. Cultivo sin productos químicos de síntesis

Diferentes organismos viven entre nuestras frutas y hortalizas, pudiendo algunos afectar a la planta o fruto. Entonces, su existencia molesta porque pueden hacer perder mucho dinero y esfuerzo a los agricultores, por lo que muchas sustancias químicas están diseñadas para acabar con estas plagas que afectan gravemente a las cosechas.

De entrada, no parece un escenario ideal que nuestros alimentos se hayan desarrollado entre sustancias químicas. Además de abonos y fertilizantes también hay insecticidas, plaguicidas y herbicidas.

Por lo general los productos ecológicos se producen sin usar ningún producto químico de síntesis o unos pocos muy bien estudiados y en bajas cantidades. Abogan por el uso de sustancias naturales e incluso otros organismos que compiten con los indeseados sin afectar al producto que deseamos cuidar.

2. Respeto por el medio ambiente

Los productos ecológicos son, de entrada, sostenibles. No utilizan productos derivados de la potencialmente dañina indústria química, y sus métodos se caracterizan por tener capacidad biodegradable, no perjudicar al territorio y no entrar en la cadena trófica.

Por lo tanto, hasta aquí podríamos concluir que son productos respetuosos con el medio ambiente y que no agotan los recursos de la tierra. Pero, ¡atención! He aquí una de las observaciones fundamentales y que, al mismo tiempo, pone de manifiesto las diferencias que puede haber entre los productos ecológicos y los de proximidad.

Los productos de proximidad, si bien siguen el precepto de utilizar una metodología tradicional alejada del uso de sustancias químicas, no están sujetos a controles para tener una certificación. De hecho, que un alimento pueda ser catalogado como “ecológico” implica un gasto para el agricultor que no siempre quiere asumir, y prefieren vender a consumidores locales con los que establecen lazos de confianza.

En cambio, puede ser que un producto ecológico haya seguido un riguroso control de calidad para poder llegar a tener la certificación de producto ecológico, pero que después la distribución sea muy poco ecológica. Es decir, una persona que vive en España puede comprar unas manzanas que provienen de Argentina, implicando un coste medioambiental a razón del transporte y otros gastos logísticos derivados.

3. Respeto por los animales

La indústria de la carne es muy poderosa y muy lucrativa, y generalmente se busca obtener el producto abaratando los costes lo máximo posible. Esto quiere decir que utiliza los cuerpos de los animales como si de agricultura se tratara. Lo que pasa es que con los animales, y sobre todo con los mamíferos que tienen sentimientos, la cosa se pone realmente cruda.

Se pueden hacer muchos paralelismos. Si en la agricultura convencional se apuesta por hectáreas de monocultivos rociados con pesticidas, en la indústria cárnica se hacinan centenares o miles de seres vivos a los que se les administran antibióticos. Si en la agricultura convencional se da abono y fertilizante, en la industria alimentaria se da pienso y hormona del crecimiento.

Hay mucho debate moral en cuanto a si debemos consumir cualquier carne o no. Lo que está claro es que no es lo mismo vivir toda una vida comiendo pienso, en condiciones de hacinamiento, percibir el estrés de tus compañeros (muchos de los cuales están enfermos) y morir a los pocos meses o años de vida, que vivir en total libertad.

En España, por ejemplo, hay empresas especializadas en jamón de jabugo ecológico que abogan por otra forma de producir carne. Tienen a sus cerdos en completa libertad en Parques Naturales de Sierra Morena, declarados reserva de la biosfera por la UNESCO. Viven muchos años alimentándose de bellotas, frutos silvestres, raíces y pastos, haciendo que su sistema inmunitario esté fuerte y su crecimiento sea lento y saludable. Este tipo de ganadería ecológica no solo es más respetuosa con los animales sino que, al haber sido éstos alimentados de forma natural, su carne tiene una serie de beneficios para nuestra salud.

4. Respeto por los agricultores

La salud de los agricultores es un tema que injustamente a menudo acaba quedando en segundo plano. El trabajo en el campo es físico y es muy sacrificado en general, por lo que garantizar que los agricultores no ponen en riesgo su salud para llegar a final de mes sería lo mínimo.

Muchos de los productos químicos que se usan en la agricultura convencional tienen que usarse con mascarilla, aunque ésta no es una solución total. Serios problemas de salud podrían aparecer al cabo de los años de exposición.

De hecho, este verano de 2018 ha habido una sentencia sin precedentes en el mundo relacionado con este asunto. La enorme compañía Monsanto, subsidiaria de Bayer, fue condenada por un jurado californiano a pagar 289 millones de dólares a un solo hombre. Éste asegura que ha desarrollado el cáncer terminal que padece debido a su exposición a un producto químico de la compañía que contiene glifosato.

5. Mayores propiedades nutricionales

Los alimentos ecológicos tienen más nutrientes que los alimentos producidos de forma convencional (en nuestros tiempos por convencional se entiende el cultivo con uso de sustancias químicas de síntesis).

Los productos ecológicos ofrecen un notable mayor aporte nutricional, sobre todo en lo que se refiere a minerales, polifenoles, y también algunas vitaminas. Los estudios científicos así lo demuestran.

Además no es necesario pelar los productos vegetales por miedo a que tengan contaminantes. De hecho, la mayor parte de los nutrientes que encontramos en frutas y verduras está en la piel, por lo que es una auténtica pena que nos desprendamos tan a menudo de esta parte tan buena del alimento.

6. Protección de la biodiversidad

Durante el siglo XX la agricultura intensiva y la industria alimenticia han incidido en el declive de muchas variedades de vegetales y razas de animales. Durante siglos se desarrolló una gran biodiversidad de frutos, plantas y hortalizas (e incluso variedades en animales de granja) en diferentes territorios, y hoy en día sería un bien común muy grande mantenerlas por diferentes razones.

Por ejemplo, recuperar variedades antiguas de plantas y animales permite tener más repertorio y capacidad de preservación de especies en frente de posibles enfermedades devastadoras.

Por ejemplo, el plátano o las uvas estuvieron a punto de desaparecer de la faz de la tierra por este tipo de limitaciones. Las especies que producen estos frutos tuvieron escasez de variabilidad en su reservorio genético para proteger a la especie de su extinción.

Por otro lado, es un tesoro tener la posibilidad de utilizar diferentes productos para nuestras recetas. Estas pueden adquirir sutilezas muy interesantes en cuanto a color, forma, textura, sabor, etc. Además, cuanta más variabilidad de productos ingerimos más nutrientes diferentes le damos a nuestro cuerpo y más bien equipado estará. Y es que diferentes variedades pueden contener diferentes cantidades de vitaminas, minerales, etc.

Referencias bibliográficas

  • Crinnion, W.J. (2010). Organic Foods Contain Higher Levels of Certain Nutrients, Lower Levels of Pesticides, and May Provide Health Benefits for the Consumer. Alternative Medicine Review, 15 (1), 4-12.

  • Flores Serrano, J. (2009). Agricultura ecológica. Barcelona:Mundi-Prensa Libros

  • Martín, A. (2013). Comer para ser mejores. Ed. Grijalbo.

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