Los 3 tipos de sales minerales (y su función en el organismo)

Te explicamos por qué necesitas un aporte mineral.

Sales Minerales

Las sales minerales son compuestos inorgánicos que pueden encontrarse fácilmente en la naturaleza, tanto en fuentes geológicas, hídricas o incluso en fuentes biológicas, como por ejemplo en elementos estructurales sólidos -Huesos, caparazones, exoesqueletos…-.

Son elementos necesarios para el funcionamiento del cuerpo, así que en este artículo vamos a profundizar acerca de las sales minerales y su función en nuestro organismo. Empezamos.

¿Qué son las sales minerales?

Antes de hablar de las funciones de sales minerales, es importante recordar cuál es la estructura de estos elementos. Cuando hablamos de una sal, nos referimos a una molécula formada por átomos que habitualmente se encuentran ionizados, es decir, con una cierta carga eléctrica. Estos elementos pueden disociarse al encontrarse disueltos en agua, por la naturaleza polar de este líquido, que separa los iones.

Estas sustancias pueden encontrarse en nuestro organismo, al igual que en la naturaleza, tanto en forma precipitada (es decir, sólida) o en forma iónica (es decir, disuelta). La mayoría de las sales están conformadas por calcio, fosforo o magnesio, los denominados macrominerales. Simplemente el calcio ya representa un 2% de nuestro peso total.

También son abundantes las sales de sodio, cloro, potasio, fósforo e incluso sales nitrogenadas. Algunas de ellas se encuentran de forma libre por la sangre, pero otras están asociadas a biomoléculas concretas, o también precipitadas en estructuras sólidas, como nuestros huesos.

Funciones en el organismo

Las sales minerales son necesarias para la vida, cada una en su proporción justa. Entre las funciones que estas realizan, encontraremos que se encargan de tareas tan variadas como:

  • El mantenimiento de la correcta presión osmótica en diversos medios intra y extracelulares
  • La amortiguación de los cambios bruscos de pH
  • Catalizado de biorreacciones
  • Transporte de oxígeno
  • Coagulación sanguínea
  • Comunicación neuromuscular
  • Actividad contráctil muscular

Entre otras. La importancia vital de los elementos minerales en nuestro organismo es clara, tanto de los macroelementos como de los oligoelementos (compuestos inorgánicos de los que necesitamos cantidades muy pequeñas, como el manganeso, el yodo o el cobre).

Eso sí, dentro de sus funciones no entra la generación de energía -aunque puedan intervenir de forma indirecta en su producción-. Las sales minerales no sirven como sustento, eso es un papel reservado para moléculas orgánicas como los lípidos, las proteínas o los carbohidratos.

Macrominerales y oligoelementos

Los elementos atómicos más comunes en los seres vivos son el carbono, el oxígeno, el nitrógeno y el hidrógeno, son completamente indispensables para el desarrollo de la vida y se necesitan en mayor cantidad,ya que conforman la mayoría de moléculas orgánicas. El resto de elementos también son necesarios para el correcto funcionamiento del cuerpo, pero las cantidades requeridas son mucho menores.

Podemos encontrar los macrominerales, como el calcio, el magnesio o el fósforo, el sodio, el cloro o el potasio. Todos ellos son elementos también esenciales para la vida, pero que representan una fracción menor de nuestro peso. Es posible tener deficiencias en algunos de estos elementos, que derivan en enfermedades graves como la osteoporosis o el cáncer en caso del calcio, o la hipertensión y problemas nerviosos en el caso del magnesio.

Los elementos que se necesitan en cantidades menores se denominan oligoelementos. Se encuentran en proporciones diminutas dentro de los organismos, pero también se requieren para que estos puedan funcionar correctamente. La obtención de estos oligoelementos se hace principalmente por la alimentación. Algunos de ellos, como el cobalto (parte de la cobalamina, vitamina B12), no pueden ser asimilados directamente por los animales.

De hecho, la biodisponibilidad de muchos de los oligoelementos depende de organismos del ecosistema que se encargan de degradar y reciclar materia, como los hongos o las bacterias. Son las bacterias las únicas que son capaces de metabolizar el cobalto, que aprovechamos el resto de seres vivos.

Otros oligoelementos y sales minerales se pueden obtener directamente del ambiente, ya sea disueltos en agua o mediante prácticas de geofágia. Existen animales que comen tierra o lamen depósitos salinos, con el objetivo aparente de mantener sus niveles de elementos minerales.

Salar de Uyuni, Bolivia
Salar de Uyuni, Bolivia.

Tipos de sales minerales según su estado

Podemos encontrar a las sales minerales de tres formas en los organismos vivos: En biomoléculas, disueltas libremente, o precipitadas. En cada una de estos estados, las sales ocuparan labores distintas.

1. Sales precipitadas

Las sales precipitadas se encuentran en forma sólida, habitualmente cristalina (es decir, formando un cristal mineral), dentro o fuera de los organismos vivos. Encontramos muchos ejemplos de sales precipitadas en la naturaleza, pero existen algunas más comunes que otras.

Tenemos por un lado a los silicatos, moléculas formadas principalmente por oxígeno y silicio. El vidrio, por ejemplo está hecho a partir de silicatos, como el dióxido de silicio o el cuarzo, pero existen seres vivos que también son capaces de generarlo: Las diatomeas, algas microscópicas que generan una pequeña cápsula de cristal.

También encontramos los carbonatos (como el carbonato cálcico), que pueden encontrarse en el exoesqueleto de los invertebrados, pero también se encuentran en estructuras sólidas de los vertebrados, habitualmente asociadas a polímeros orgánicos como el colágeno o la quitina, que tienen funciones de "andamio" para el depósito de los minerales.

2. Sales disueltas

Dentro de las sales disueltas también encontramos moléculas como el fósforo o el calcio, principalmente en forma precipitada dentro de nuestro organismo, que también tienen una alta variedad de funciones a nivel metabólico, como las que hemos descrito anteriormente ( Coagulación, control del pH, biocatálisis…).

La presión osmótica juega un papel fundamental en muchos procesos físicos, y muchas veces se obtienen nuevos potenciales osmóticos a partir de la manipulación de iones, como el del sodio o el calcio, para conseguir diferentes efectos en las células, como por ejemplo la contracción muscular.

3. Sales asociadas a biomoléculas

El transporte de oxígeno y otras innumerables funciones celulares utilizan sales de un modo u otro. Una de las más importantes funciones de las sales asociadas a biomoléculas, es a nivel estructural, donde encontraremos por ejemplo fosfolípidos y fosfoproteínas, piezas clave a nivel metabólico y estructural en nuestro organismo.

Los iones de hierro, por ejemplo, se pueden encontrar asociados a una proteína, la hemoglobina, encargada del transporte del oxígeno en el organismo. Esta proteína se encuentra dentro de los glóbulos rojos, y es el átomo de hierro que contiene el que es capaz de unirse con las moléculas de oxígeno.

Referencias bibliográficas

  • National Research Council (US) Committee on Diet and Health. Diet and Health: Implications for Reducing Chronic Disease Risk. Washington (DC): National Academies Press (US); 1989. 13, Minerals & 14, Trace Elements.
  • Katz A, e. (1999). Effect of a mineral salt diet on 24-h blood pressure monitoring in elderly hypertensive patients.
  • Zuliani U, e. (1985). [Mineral salts and water in the diet of the athlete].
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