¿Qué es la ansiedad y cómo identificarla?

Explicamos en qué consiste este trastorno psicológico que afecta a tantas personas.

Ansiedad

La ansiedad es uno de los fenómenos más estudiados por la Psicología. De hecho, está presente en mayor o menor medida en casi todos los problemas y trastornos psicológicos.

Por eso, a la hora de abordar problemas emocionales y de conducta, uno de los primeros pasos es detectar las posibles alteraciones que tengan que ver con la ansiedad y el estrés, para evitar que estas alimenten el malestar.

Ahora bien... ¿cómo identificar la ansiedad? Veamos en qué consiste este fenómeno y cuáles son los síntomas que la caracterizan.

¿Qué es la ansiedad?

La ansiedad es un estado psicológico y fisiológico que involucra a varios procesos del organismo, los cuales ocurren tanto a nivel consciente como a nivel inconsciente. En concreto, se caracteriza por un estado de alta activación del sistema nervioso, lo cual tiene varias consecuencias prácticamente en todos los sistemas del organismo, y también nos predispone a realizar determinadas conductas, tal y como veremos.

De manera general, la persona ansiosa mostrará una tendencia a detectar rápidamente estímulos que puedan indicar la presencia de algún peligro u oportunidad, y muchas funciones del cuerpo se ajustan para estar "en estado de emergencia". Esto ocurre porque evolutivamente la ansiedad surgió como un mecanismo para adaptarse a momentos en los que compensa invertir mucha energía para maximizar las posibilidades de supervivencia, ya sea para escapar de peligros o para acceder a recursos valiosos que puedan satisfacer las necesidades básicas durante un tiempo.

Por otro lado, hay que tener en cuenta que la gran mayoría de las personas expresan ansiedad en algún momento u otro de sus vidas; no es un rasgo psicológico presente solo en algunos individuos y no en otros. Eso sí, algunas personas tienen una mayor predisposición a entrar en este estado.

¿Cómo identificarla?

Estos son los principales síntomas que indican la presencia de niveles altos de ansiedad. Todos ellos se presentan en diferentes grados de intensidad y frecuencia, y no es necesario manifestarlos todos para que podamos considerar que estamos ansiosos.

Síntomas fisiológicos

La ansiedad produce un gran número de síntomas de tipo fisiológico que pueden ser detectados fácilmente por la propia persona que los manifiesta como por otros, sobre todo en contextos médicos.

Los más habituales son los siguientes:

  • Sudores fríos
  • Temblores (los músculos permanecen tensos)
  • Aceleración del ritmo cardíaco
  • Subida de la presión sanguínea
  • Contracción de los capilares de la piel (la piel se muestra más pálida)
  • Temblor en la voz (a consecuencia de la tensión muscular)
  • Mareos (si el nivel de ansiedad es alto)
  • Alteraciones en el funcionamiento de los intestinos
  • Náuseas

Síntomas psicológicos

En cuanto a los síntomas psicológicos, estos tienen que ver con la necesidad de reaccionar rápidamente a los estímulos que llegan del entorno. Son los siguientes.

  • Problemas de concentración
  • Irritabilidad y sensibilidad a los estímulos
  • Pensamientos recurrentes
  • Temor ante lo que pueda pasar a corto y medio plazo.

Síntomas conductuales

Tomás Santa Cecilia

Los síntomas conductuales de la ansiedad son aquellos que se plasman en el movimiento físico de los individuos, su manera de interactuar físicamente con el entorno.

Se trata de la tendencia a la huida y de la tendencia a la evitación. Eso implica que las personas significativamente ansiosas, en muchos contextos, evitan situaciones que las puedan someter a mucha presión psicológica, o bien directamente salen de ellas si ya están involucradas en una. Esto se hace muy claro en el caso de las fobias, uno de los trastornos de ansiedad más frecuentes.

¿Qué hacer para combatir este malestar?

Un cierto nivel de ansiedad es normal y no tiene por qué ser malo; tal y como hemos visto, resulta útil, dado que nos permite reaccionar de manera rápida a situaciones en las que estamos en riesgo o en las que podemos ganar mucho en poco tiempo.

Sin embargo, a veces la ansiedad puede resultar excesiva, haciéndonos sentir mal y afectando negativamente a nuestra calidad de vida. En estos casos, lo recomendable es acudir al psicólogo.

Y es que los profesionales de la psicología disponemos de la formación y los métodos para gestionar adecuadamente este fenómeno psicológico cuando se acumula y nos causa problemas. Esta mejoría suele requerir varias sesiones, pero una vez iniciado el proceso terapéutico, el paciente empieza a adoptar hábitos y rutinas de pensamiento que son muy efectivas para contrarrestar la influencia nociva de la ansiedad.

Referencias bibliográficas:

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