¿Qué diferencias existen entre el SIDA y el VIH?

La epidemia de VIH se cobró más de 700.000 vidas en 2018.

Diferencias entre SIDA y VIH

El SIDA es una enfermedad grave, en la que sus afectados se encuentran en riesgo constante de contraer infecciones víricas, bacterianas o incluso fúngicas, debido a su debilitado sistema inmune.

En 2018 habían 37.9 millones de personas afectadas por el SIDA o el VIH, con cerca de 1.7 millones de nuevos infectados entre la población mundial. Más de 700.000 personas fallecieron por culpa de esta enfermedad.

En este artículo te hablaremos del SIDA y el VIH y en qué se diferencian, para comprender mejor una de las mayores epidemias virales de las últimas décadas.

¿Qué es el SIDA?

SIDA es la palabra que forman las siglas del nombre de la enfermedad: el “Síndrome de Inmuno-Deficiencia Adquirida”, en inglés AIDS. Esta enfermedad ocurre por una infección vírica de larga duración y a día de hoy, prácticamente incurable, la infección por el virus del VIH (también siglas, en este caso son de “Virus de Inmunodeficiencia Humana”).

El SIDA ocurre cuando la infección que provoca el virus del VIH ha progresado mucho, a lo largo de un periodo de aproximadamente 10 años, durante los cuales el portador del virus puede desconocer que está infectado, por la falta de síntomas. En esta etapa de la infección, el VIH ataca a las células del sistema inmune - como las CD4- de una forma muy agresiva, haciendo que sus números bajen muy por debajo de lo normal:

  • Una persona adulta sana tiene unas 500-1600 CD4 en cada mm cúbico de sangre.
  • Una persona que haya desarrollado el SIDA tendrá menos de 200 CD4 por milímetro cúbico de sangre.

Estos bajos niveles de células inmunes provocan muchas complicaciones para los afectados de SIDA. Esta inmunodeficiencia facilita la aparición de las llamadas “infecciones oportunistas”, causadas por patógenos como la bacteria de la tuberculosis o el virus del herpes, que tienen una mayor peligrosidad y frecuencia en los afectados de SIDA.

No sólo eso, el SIDA también es capaz de provocar, en sus etapas más avanzadas, la aparición de ciertos tipos de cáncer, como los linfomas o algunos tipos de sarcomas. Por suerte, hoy en día no todos los infectados de VIH acaban desarrollando el SIDA.

Diferencias entre SIDA y VIH

Como hemos comentado, el SIDA es una condición provocada por la infección de VIH, que tarda entre 5 y 10 años después de la infección inicial antes de empezar a mostrar síntomas claros de SIDA. El VIH es un retrovirus que puede transmitirse de varias formas distintas, como por ejemplo:

  • Transfusiones de sangre contaminadas.
  • Compartir agujas intravenosas.
  • Intercambio de fluidos como semen, leche materna o fluídos vaginales.

Estar infectado por VIH es una condición prácticamente incurable, pero no significa que uno tenga SIDA ni que por fuerza lo vaya a desarrollar, siempre y cuando se tomen las debidas precauciones médicas, como los análisis de detección, control de los niveles de las partículas víricas y el uso de tratamientos antirretrovirales.

En resumen: El VIH es el virus causante del SIDA, pero el SIDA es una enfermedad derivada de la infección por el virus, que ocurre cuando esta infección no ha sido controlada durante un largo periodo de tiempo. No todos los infectados de VIH tienen SIDA, pero todos los enfermos de SIDA tienen una infección de VIH, que es la que merma las defensas inmunitarias del afectado.

Virus del SIDA

¿Cómo evitar el SIDA?

El VIH produce una infección que, a día de hoy, es virtualmente incurable de una forma segura, efectiva y factible a gran escala. Aun así, existen en la actualidad algunos casos de personas “curadas” de la infección por VIH, tras la sustitución de la médula ósea infectada y el trasplante de médula ósea sana, resistente a la infección por VIH. Este no es un tratamiento seguro ni escalable a un nivel práctico, por su alto coste.

Hemos comentado que no todos los afectados por VIH desarrollan el SIDA. Esto ocurre porque, debido al largo tiempo de incubación de la enfermedad, una detección temprana de la infección por VIH aumenta muchísimo la efectividad del tratamiento preventivo del SIDA y del control de la infección de VIH y sus niveles en el organismo, principalmente mediante el uso de antirretrovirales, medicación que impide la reproducción del virus.

Tratamientos y prevención

Hoy en día los tratamientos para el VIH son tan efectivos que los casos de transmisión de VIH de madres a hijos ha disminuído en picado: Más del 90% de las personas embarazadas infectadas de VIH en 2018 recibieron antirretrovirales que impidieron que su hijo naciera con la infección. Si los niveles de VIH en tu sangre no son detectables, el riesgo de transmisión del virus es prácticamente nulo.

Aun así, la previsión es la mejor manera de evitar la infección por VIH, o como mínimo su evolución a un SIDA. Necesitamos mantener especial cuidado si somos usuarios de drogas intravenosas o si tenemos una alta frecuencia de encuentros sexuales con diferentes personas, especialmente si estos encuentros ocurren dentro del colectivo de hombres que mantienen sexo con hombres, que tienen 27 veces más probabilidades de contraer el VIH que otros colectivos.

Hoy en día, la gran mayoría de casos de infecciones por VIH en la actualidad ocurren en países de nivel económico bajo o medio-bajo, donde los métodos profilácticos y la información sobre la enfermedad no están al alcance de todos. El acceso a los tratamientos antirretrovirales también es más accesible en los países más afluentes, pero se están haciendo grandes esfuerzos para hacerlos disponibles en países menos favorecidos.

Referencias bibliográficas

  • OMS (2019). VIH y SIDA. Extraído de www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/hiv-aids el 05/09/2019.
  • Weiss RA (1993). "How does HIV cause AIDS?". Science. 260 (5112): 1273–9. Bibcode:1993Sci...260.1273W. doi:10.1126/science.8493571.
  • Rodger, Alison J.; Cambiano, Valentina; Bruun, Tina; Vernazza, Pietro; Collins, Simon; Degen, Olaf; et al. (2019). "Risk of HIV transmission through condomless sex in serodifferent gay couples with the HIV-positive partner taking suppressive antiretroviral therapy (PARTNER): final results of a multicentre, prospective, observational study". The Lancet. 393 (10189): 2428–2438. doi:10.1016/S0140-6736(19)30418-0.
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