Las 13 diferencias entre un catarro y una gripe

¿Sabes diferenciar el resfriado de la gripe?

Las principales diferencias entre la gripe y el catarro

La gripe, al igual que el catarro (también conocido como resfriado, constipado o trancazo), se trata de una enfermedad de origen vírico relativamente común y con tendencia a ocurrir en determinadas épocas del año. Ya que en ambos casos se trata de infecciones de las vías respiratorias, estas enfermedades se suelen confundir.

La gripe y el catarro son enfermedades diferentes, pese a que a nivel popular se usen estos términos de manera intercambiable. En este artículo os presentamos las principales diferencias que existen entre la gripe y el catarro, para poner fin a la confusión que existe acerca de estas comunes enfermedades infecciosas.

¿Qué distingue un catarro de una gripe?

Existen muchas similitudes entre la gripe y el catarro. Ambas son enfermedades víricas de las vías respiratorias, cuyos causantes tienden a mutar rápidamente, lo que dificulta la creación de vacunas preventivas para estas dolencias. Es natural que ante estas enfermedades de cuadros tan similares, exista algo de confusión respecto a las características concretas de cada una.

Para acabar con ello, a continuación te presentamos 13 diferencias entre la gripe y el catarro. Esta lista no sólo te ayudará a diferenciar estas enfermedades, si no que aprenderás varias características interesantes de cada una. Empecemos:

Diferencias generales

Aquí están listadas algunas de las diferencias que hay entre el catarro y la gripe, sin entrar en sus manifestaciones clínicas.

1. Agentes causantes

Tanto la gripe como los resfriados están provocados por infecciones de virus, pequeños parásitos intracelulares que utilizan la maquinaria celular de sus víctimas para poder reproducirse, ya que ellos no pueden por sí mismos.

En el caso del catarro, la gran mayoría están causados por la acción de los Rinovirus, una clase bastante diversa de enterovirus, con varias cepas diferentes capaces de causarnos esta enfermedad. La gripe está causada por el virus Influenza, del cual existen unas tres variedades principales capaces de infectarnos.

Curiosamente, el Influenzavirus también es capaz de causarnos un catarro, pero los Rinovirus no son capaces de provocarnos un cuadro gripal.

2. Frecuencia infectiva

La gran cantidad de diferentes serotipos de Rinovirus, además de su altísima capacidad de mutar y velocidad a la hora de hacerlo, hacen que el adulto medio contraiga entre 4 y 6 catarros anualmente, mientras que los niños pueden llegar a sufrir unos 8 catarros anuales de media. Esto se debe en parte a que hay cerca de 200 distintos tipos de virus capaces de causarnos un catarro.

La gripe, por suerte, nos afecta de manera menos frecuente. De hecho, “apenas” el 20% de los adultos contrae la gripe cada año, a nivel mundial. A pesar de la alta mutabilidad del virus Influenza, no existen tantos tipos de virus que nos puedan causar la gripe, así que es menos común contraerla.

3. Estacionalidad

Debido a la alta variedad en cuanto a virus causantes del resfriado, podemos padecer esta enfermedad en cualquier momento del año. En los meses cálidos, como primavera o verano, a veces se confunden con alergias estacionales, pero suele ser una temporada normal de infecciones catarrales.

La gripe suele aparecer principalmente en los meses más fríos, a finales de otoño e invierno. En ambos hemisferios, la gripe cursa comúnmente durante los meses de frío, mientras que en el ecuador la enfermedad ocurre en cualquier momento del año, al no existir estaciones.

4. Vacunas

Como muchos sabréis, existen vacunas anuales para la gripe. Necesitan ser anuales debido a la capacidad mutagénica del virus de la gripe, capaz de cambiar lo suficiente de año a año como para que nuestro sistema inmune no sea capaz de detectarlo y activar sus efectivas defensas específicas, adquiridas durante la última infección gripal. Estas vacunas protegen contra las 3 o 4 variedades de Influenza que se cree que afectarán ese año.

Contra el catarro no existe una vacuna. Sería posible crearla, pero teniendo en cuenta que existen más de 200 tipos de virus causantes de catarro, su utilidad sería muy reducida. Además, el catarro suele ser una enfermedad bastante benigna, si bien molesta, que no suele poner en riesgo la vida de sus afectados.

5. Peligrosidad

La gripe también tiene una alta capacidad mutagénica. Cada año, los expertos en virología estudian atentamente las tendencias y características de los virus de la gripe más activos del momento, para predecir la peligrosidad de la infección y los serotipos causantes, para poder crear vacunas efectivas.

La gripe suele ser vista como un principalmente inofensiva, pero no debemos olvidarnos de su capacidad de volverse una enfermedad letal. Además de sus peligrosos efectos sobre personas con problemas respiratorios previos, casos como el de la gripe española de 1918, o la gripe A en 2009 y 2010, son ejemplos del peligro que contienen los virus de la gripe. Nunca sabemos cuándo volverá a aparecer una gripe tan peligrosa, pero debemos estar alerta.

Diferencias entre gripe y resfriado

Diferencias en los síntomas

Ambas enfermedades se deben a una infección vírica de las vías respiratorias, pero existen diferencias en cuanto a la gravedad y manifestación de sus síntomas, que las hacen enfermedades diferentes. A continuación te explicamos cómo diferenciar un resfriado de la gripe a partir de sus síntomas.

6. Fiebre

Una de las principales diferencias a nivel de síntomas entre la gripe y el resfriado, es que la gripe habitualmente causa una fiebre alta o moderada. En los casos de resfriado es raro observar fiebre, y de haberla esta será en la mayoría de los casos una pequeña subida de temperatura, también conocida como febrícula.

7. Aparición

La aparición de los síntomas del catarro es bastante gradual. Esto significa que lentamente puedes asumir que sí, efectivamente, has pillado un resfriado y te va a tocar aguantar sus síntomas. Los síntomas suelen aparecer a lo largo de unos 2 o 3 días, tras lo cual no tienden a incrementar en intensidad.

La gripe en cambio tiene un periodo de incubación muy corto, que en algunos casos no llegan ni siquiera a las 24h tras la exposición al virus. Esto significa que, de contraer la gripe, sus síntomas ocurrirían de manera muy abrupta, experimentando entre otras cosas fiebre y cansancio extremo, que no observaremos en el catarro.

8. Dolores musculares y articulares

Otro de los síntomas más característicos de la gripe, que ayudan a diferenciarla de un trancazo, son los típicos dolores musculares o articulares que aparecen con esta enfermedad. Son muy poco habituales durante el catarro, y se deben a la acción del sistema inmune, que libera sustancias inflamatorias para combatir la infección.

9. Escalofríos

Los escalofríos son habituales en la gripe, pero raros en el resfriado. Esto se debe a que son un trastorno relacionado con cambios de temperatura, como los que experimentamos durante la fiebre. Al ser la fiebre más habitual en los pacientes de gripe, los escalofríos también lo serán.

10. Dolor de cabeza

El dolor de cabeza en la gripe suele ser fuerte y debilitante, además de bastante común. Por suerte, en los resfriados los dolores de cabeza intensos son más inusuales, provocados en muchos casos por la acumulación de mucosidad en las vías respiratorias.

11. Estornudos

Durante un catarro es muy habitual estar estornudando con frecuencia. La gripe también puede provocarnos estornudos, pero es un síntoma mucho más común en el resfriado. Esto nos puede servir como orientación para diferenciar estas enfermedades.

12. Dolor de garganta

El dolor de garganta puede ocurrir tanto en gripes como en resfriados, pero al igual que los estornudos, es más habitual que lo encontremos en los casos de resfriado. Hay que tener cuidado con los estornudos, ya que son una vía de contaminación importante. Si sientes ganas de estornudar, intenta utilizar un pañuelo o tu mano para evitar salpicar a las personas de tu alrededor.

13. Mucosidad

Una de las principales características del catarro es la mucosidad densa que se produce a los pocos días. Al principio de la enfermedad podemos notar la aparición de moco acuoso, muy líquido. Con el paso de los días, notaremos que los mocos se vuelven mucho más densos y que incluso pueden tomar una tonalidad verde o amarilla. Algunas personas toman esto como un signo de infección bacteriana.

Este tipo de mucosidad también ocurre durante procesos gripales, pero no es tan habitual. En ninguno de los dos casos se trata de una infección bacteriana, si no vírica, así que no deberíamos tomar antibióticos simplemente porque tengamos mucosidad de color amarillento o verdoso. Esto solo significa que nuestro sistema inmune está batallando la infección.

Referencias bibliográficas

  • Worrall G. (2011). Common cold. Canadian family physician Medecin de famille canadien, 57(11), 1289–1290.
  • Moghadami M. (2017). A Narrative Review of Influenza: A Seasonal and Pandemic Disease. Iranian journal of medical sciences, 42(1), 2–13.
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