Teoría de señales: ¿en qué consiste y qué nos explica?

Esta teoría proviene de la biología evolutiva y nos explica cómo se comunican los seres vivos.

Teoría de señales

Los animales y los seres humanos se comunican de formas diversas; a nivel evolutivo, esto tiene una gran significación. Una teoría que habla sobre ello es la teoría de señales, enmarcada dentro de la biología evolutiva.

En este artículo conoceremos en qué consiste esta teoría, qué son las señales, qué tipos de señales existen, qué tipos de comunicación se pueden producir y cómo podemos aplicar esta teoría al estudio de la conducta humana.

Teoría de señales: ¿en qué consiste?

La teoría de señales, también llamada teoría de señalización o en inglés signalling theory, es una teoría que se enmarca dentro de la biología (concretamente, la biología evolutiva). Intenta explicar cómo se comunican entre ellos los individuos o los seres vivos, a través de la emisión de señales.

Además, esta teoría cuenta con bases matemáticas y físicas en relación a los sistemas de comunicación. Es decir, puede medir los fenómenos observados.

Así, la teoría de señales engloba un conjunto de conocimientos relacionados con la biología evolutiva. Pretende explicar y describir cómo los animales se engañan unos a otros a través de señales, y cómo esto se convierte en un patrón evolutivo, importante para la evolución de las especies.

Como veremos ahora, las señales se emiten para conseguir un beneficio, para manipular o para protegerse de otro engaño. Estas pueden ser de diferente tipo (sinceras o no), como veremos también a continuación.

Las señales: ¿qué son?

El concepto fundamental de esta teoría son las señales. Pero, ¿en qué consisten estas? Pueden ser comportamientos, rasgos, acciones, sonidos, estructuras… específicas de cada especie; además, tienen la función de beneficiar al individuo o animal que las emite (así como a sus receptores, dependiendo del tipo de señal y del contexto).

Las señales tienen una determinada intensidad, un determinado coste una determinada finalidad. A veces las señales llevan asociadas intrínscamente un riesgo para el emisor.

La teoría de señales establece que las señales sirven para comunicarse; por ejemplo, a través de las señales que emiten las hembras para seleccionar a sus parejas. Las señales tienen la función de beneficiar al emisor de las mismas, a través de que el receptor modifique su comportamiento. Es decir, son señales que se emiten para conseguir algo.

La teoría de señales sostiene que las señales van evolucionando, al igual que las especies. Así, con la evolución las señales se van emitiendo y recibiendo mejor. A través del estudio de estos patrones de comunicación, la teoría de señales intenta estudiar los patrones evolutivos de las especies.

Animales

Tipos de señales

A grandes rasgos, las señales pueden ser de dos tipos: honestas o deshonestas. Las primeras mejoran la aptitud del receptor, y las segundas, la perjudican. Las señales honestas suelen ser sinceras, mientras que las deshonestas consisten en engaños.

Una característica que comparten todas las señales es que son intencionadas, deliberadamente producidas; en cambio, cuando se producen “por error”, de forma no intencionada (por ejemplo un animal que cruje unas hojas a su paso y alerta a los depredadores), se consideran pistas.

1. Señales honestas

Las señales honestas se caracterizan porque el comportamiento o la acción emitida (señal), corresponde con la intención del emisor; es decir, el animal “no esconde nada”, no miente, se trata de una señal sincera.

Estas señales, igual que las deshonestas, se emiten para obtener algún beneficio propio (o compartido).

2. Señales deshonestas

Las señales deshonestas que plantea la teoría de señales, en cambio, son en realidad engaños que emite el animal; es decir, aparentan una intención que no es real. Además, esta intención es negativa para el receptor, y le puede perjudicar; para el emisor, en cambio, es beneficiosa. Estas señales son emitidas especialmente por las especies que tienen algún tipo de ventaja evolutiva.

Las señales deshonestas pueden producir dos tipos de consecuencias para las dinámicas de las especies: extinción y fijación. Vamos a ver en qué consiste cada una de ellas:

2.1. Extinción

Según la teoría de señales, una consecuencia que se produce en las señales deshonestas es su extinción. Esto se produce porque las especies progresivamente van siendo capaces de detectar cuándo la señal es honesta o deshonesta, a través de estar expuestos a ellas de forma reiterada.

A su vez, esto provoca que los beneficios que inicialmente obtenía el emisor a través de su señal, se vayan extinguiendo. Se trata de un proceso evolutivo y en cierta manera adaptativo.

También puede pasar, pero, que con el tiempo las señales deshonestas sean sustituidas por señales honestas; esto ocurre de forma temporal, y sucede para que puedan volver a aplicarse de forma deshonesta (es una especie de “engaño” del animal).

2.2. Fijación

Sin embargo, también puede ocurrir otra consecuencia con las señales deshonestas, según la teoría de señales. Así, las señales deshonestas se pueden acabar fijando en la población (cuando aumentan su presencia). Esto produce que las señales honestas se extingan, porque prevalecen y dominan el entorno las deshonestas.

Pongamos un ejemplo para entenderlo mejor. Imaginemos unas aves que emiten señales de alarma honestas cuando aparece un posible depredador, a fin de avisar a las otras aves, para “protegerlas”. Sin embargo, otro grupo de aves acaba emitiendo las mismas señales de alarma cuando están compitiendo por alimento con miembros de su propia especie, a fin de “engañarles” y que estos últimos crean que realmente viene un depredador.

Es decir, en este caso las aves utilizan las señales como una manera de quedarse con los alimentos, ahuyentando a las otras aves; se trata de una señal deshonesta, porque es un engaño, que se acaba transformando de su forma inicial, manteniéndose y fijándose.

Principio del hándicap

Un concepto interesante de la teoría de señales es el concepto del “hándicap” (o principio del hándicap).

Amotz Zahavi, un biólogo israelí, habló de este principio en el año 1975. Sostenía que a veces, la emisión de señales (tanto honestas como deshonestas) podía suponer un coste muy elevado para la especie, lo que se traducía en que solo los seres biológicamente más dominantes podían emitir cualquier tipo de señales.

Esto implica que los seres con una desventaja biológica clara (menos dominantes), tuvieran desventaja a la hora de emitir tanto señales honestas como deshonestas. Así, sólo los seres biológicamente dominantes podrían emitir señales, especialmente deshonestas (engaños). Este fenómeno recibe el nombre de “principio del hándicap”.

Tipos de comunicación

Como hemos visto, las señales sirven para comunicar (también para advertir, para transmitir…). ¿Pero, qué se comunica? ¿Qué tipos de comunicación existen?

La comunicación que plantea la teoría de señales puede ser de diferentes tipos, y tener finalidades diferentes; así, puede tratarse de una comunicación para cooperar (a fin de conseguir alimento, de emparejarse sexualmente…), de una comunicación para competir (relaciones entre presas y depredadores), de una comunicación para obtener ayuda (por ejemplo crías que reclaman alimento), etc.

Por otro lado, la comunicación entre animales se puede dar entre enemigos, o entre “compañeros” o colaboradores, además de entre miembros de la misma especie y entre miembros de especies diferentes.

La teoría de señales en la conducta humana

¿Para qué sirve la teoría de señales si pensamos en la conducta humana? ¿Tiene aplicaciones? La respuesta es sí; esta teoría se ha utilizado especialmente para explicar patrones de interacción entre personas, así como actitudes manifestadas en relaciones de convivencia.

Una de sus aplicaciones en las interacciones sociales es el estudio de la autenticidad de diferentes patrones comunicativos (intenciones, objetivos, gestos…). Esto permite responder cuestiones como: ¿Cuándo sabemos que alguien miente? ¿Cuándo una señal es honesta? ¿Cuándo alguien realmente tiene interés en lo que estamos comunicado?, etc.

Referencias bibliográficas

  • Barrett L, Dunbar R, Lycett J (2002) Human evolutionary psychology. Princeton, NJ: Princeton University Press.

  • Bradbury, JW; Vehrenkamp, SL (1998). Principles of animal communication. Sunderland, MA: Sinauer.

  • Grafen, A (1990). «Biological signals as handicaps». Journal of Theoretical Biology 144 (4): 517-546.

  • Guzmán, G. (2018). La teoría de señales: ¿es útil el engaño?. Psicología y mente.

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