Santiago Ramón y Cajal: biografía del médico español más célebre

Fue Premio Nobel y contribuyó enormemente al conocimiento científico del sistema nervioso.

Santiago Ramón y Cajal

Santiago Ramón y Cajal es, sin lugar a dudas, el científico más conocido e importante de la historia de España. Su tarea investigadora fue prolífica y ha sentado las bases de la moderna neuroanatomía.

Su nombre siempre aparece en los libros de biología e histología, en especial cuando se habla de un órgano tan importante como lo es el cerebro pues, Ramón y Cajal, entre otros muchos hallazgos, es quien descubrió cómo se organizaban las neuronas.

Sin embargo, pese a que su nombre es muy conocido, bautizando tanto centros de investigación como premios a la contribución científica, son pocos los que conocen su ajetreada vida personal.

Biografía del investigador Santiago Ramón y Cajal

Conozcamos más a fondo su vida, desde sus primeros años como curioso niño interesado en el dibujo y en la naturaleza, pasando por sus años en los que fue un soldado defensor de España hasta cuando ganó el más grande premio otorgado a un científico español.

Primeros años

Santiago Ramón y Cajal, cuyo nombre completo era Santiago Felipe Ramón Cajal, nació en Petilla de Aragón, España, un 1 de mayo de 1852.

Pasó su infancia en varios pueblos aragoneses, debido a la profesión de su padre, quien era médico cirujano. Sus primeros estudios los cursó con los escolapios en Jaca y posteriormente hizo el bachillerato en Huesca.

El joven Ramón y Cajal, ya desde bien pequeño, mostraba interés por las artes plásticas, dándosele especialmente bien el dibujo.

Además, era muy contrario a la filosofía pedagógica de la época, marcada por el aprendizaje repetitivo de los contenidos dados en clase, lo cual, junto con su personalidad traviesa, le ganó más de un encontronazo con sus profesores.

Era un gran aficionado a la montaña, defensor de la necesidad de educar contactando con la naturaleza. Esto le motivó para ponerse en contacto con la Institución Libre de Enseñanza quienes defendían ideales similares a los de Cajal.

Durante estos años, especialmente cuando estudiaba el bachillerato, la situación política de España era convulsa, dándose el destierro de la monarca Isabel II y la proclamación de la Primera República Española.

Formación y vida militar

Inició sus estudios de medicina en Zaragoza alrededor del 1870. Tres años después, con veintiún años, Ramón y Cajal se licenciaba en esta carrera.

Durante el año 1873 fue llamado a realizar el servicio militar obligatorio, dándose inicio su breve aunque destacable vida militar.

Los primeros meses en la milicia los pasó en la misma Zaragoza, para ser posteriormente destinado a otras ciudades españolas, concretamente Burgos y Lleida.

No obstante, fue Cuba el lugar al que fue a parar en donde su salud se vio más afectada. La isla, que por aquel entonces seguía siendo colonia española, ya había iniciado su camino hacia la independencia, y la metrópolis iba a intentar hacer todo lo que pudiera para obstaculizar los planes de autodeterminación.

En 1874, Ramón y Cajal marcha a la isla. Durante el trayecto fue ascendido a capitán, dado que el recorrer el ancho océano implicaba ya de por sí la adquisición de este título militar.

Uno de los motivos que le hicieron decidirse por viajar hasta allí fue su curiosidad y ansia por conocer lo que en tantos libros sobre fauna y flora tropical había leído, convencido de que Cuba hacía honor a su fama. Lamentablemente, al bajarse del barco, vio la realidad.

El clima de La Habana era insoportable para un europeo como él, especialmente la enorme plaga de mosquitos que se encontraban en la isla y que se concentraban en atacar a todo animal que se encontrara en su camino para inocularles el paludismo.

Ramón y Cajal acabó trabajando en una enfermería de la isla, para posteriormente acabar enfermo allí mismo. Luego fue trasladado a otra enfermería en la isla, que fue mucho peor en cuanto a higiene y medidas para tratar a los soldados enfermos.

Si el caer enfermo en un país alejado de su tierra natal y que le había decepcionado fuera poco, la corrupción de los gobernantes en las isla lo acabó de rematar anímicamente.

Es por ello que, tras ser diagnosticado con caquexia palúdica grave, vuelve a la península en 1875, en un estado físico lamentable. Afortunadamente, los cuidados de su familia le ayudan a recobrar sus fuerzas y dar inició, así, a lo que sería una prolífica tarea investigadora.

Etapa investigadora

Ramón y Cajal

En 1875 inicia su doctorado. Logra comprarse un microscopio y, ya en 1876, consigue una plaza en el Hospital Nuestra Señora de Gracia de Zaragoza. El doctorado lo finalizó en 1977, presentando su tesis “Patogenia de la inflamación”.

La década de los 70s del siglo XIX estuvo marcada por altibajos para el ya doctor Cajal: contrajo la tuberculosis en 1878, al año siguiente consigue, por el contrario, la plaza de director en un importante museo zaragozano.

Además, se casa por amor y en contra de la opinión de sus padres con Silveria Fañanás García, con quien mantuvo un feliz matrimonio durante cincuenta y un años que dio a siete hijos.

En 1882 ganó la cátedra de Anatomía Descriptiva en la facultad de medicina de Valencia desde la cual, en el año 1885, tuvo la oportunidad de estudiar la epidemia de cólera que azotó a la ciudad.

Sin embargo, su más destacada investigación es con respecto a las neuronas. En 1887 obtiene la cátedra de histología en la facultad de medicina de la universidad de Barcelona.

En 1888, en la ciudad condal, Cajal vive su año cumbre, pues hace un gran hallazgo. Descubre los mecanismos que rigen la morfología de las células nerviosas de la materia gris del encéfalo.

Gracias a ello, logra descubrir que los tejidos cerebrales estaban compuestos por unidades más o menos independientes. Esto era contrario a lo que se creía en la época, que era que el cerebro estaba constituido por tejidos compuestos por conexiones continuas.

A partir de este descubrimiento se formuló la doctrina de la neurona, siendo destacable la ley de polarización dinámica, un modelo capaz de explicar el por qué el impulso nervioso viajaba de forma unidireccional.

Gracias a su cada vez mayor influencia, estando en Madrid, logró que el gobierno central creara el Laboratorio de Investigaciones Biológicas en 1901, lugar en el que Ramón y Cajal estuvo trabajando hasta su jubilación en 1922. Durante estos años el investigador descubrió varias estructuras neuronales, gracias al uso de técnicas de tinción originalmente aplicadas por Camillo Golgi pero mejoradas.

Cajal descubrió el cono de crecimiento neural, las espinas dendríticas, la hendidura sináptica entre otras estructuras, detalladamente mostradas en los dibujos hechos por él mismo.

Santiago Ramón y Cajal: Premio Nobel

Santiago Ramón y Cajal es conocido por ser el primer español en lograr obtener el Premio Nobel en fisiología o medicina, galardón compartido con Camillo Golgi en 1906 por sus aportaciones al campo de la histología y neuroanatomía.

Lo curioso de la concesión de este premio es que los dos galardonados no tenían la misma visión sobre cómo funcionaba el cerebro, pese a que Cajal sí que reconocía la beneficiosa tarea científica de Golgi e incluso llegó a usar sus técnicas de tinción histológica.

Desde que ganó este premio, solo ha habido otro gran científico español que ganar el premio Nobel: Severo Ochoa en 1959.

Pero el Nobel no fue lo único que ganó Ramón y Cajal. Obtuvo el reconocimiento de múltiples instituciones alrededor del mundo: Premio Fauvelle (1896) de la Société de Biologie de Paris, Premio Rubio (1897) de la Real Academia de Madrid, Gran Cruz de Alfonso XII (1900) y Gran Cruz de Isabel la Católica (1901), por decir solo unos pocos.

Además, fue nombrado doctor honoris causa por varias universidades, como la de Boston, la Sorbona o Cambridge.

Últimos años y fallecimiento

Cuando ya estaba jubilado, en 1926, se levantó un monumento en su honor en el parque del Retiro de Madrid, como acto de que pese a haber finalizado su tarea profesional su huella no se había desvanecido.

En 1930 sufre un profundo golpe al fallecer su querida esposa a causa de la tuberculosis, no obstante, no dejó de publicar algunos de sus hallazgos.

Tras complicaciones gastrointestinales que le debilitaron su corazón, Santiago Ramón y Cajal fallece en Madrid un 17 de octubre de 1934.

Monumento a Ramón y Cajal
Monumento a Ramón y Cajal en el parque del Retiro, en Madrid.

Legado y curiosidades

Uno de los legados más destacables de Santiago Ramón y Cajal, acorde con su espíritu filántropico, fue el de que se organizaran con dinero de su propio bolsillo varios premios anuales y bianuales en fomento de la investigación histológica y patológica.

Cajal fue un hombre honesto. Cuando fue asignado director del Laboratorio de Ciencias Biológicas, solicitó al gobierno que le redujeran su salario por considerarlo extremadamente generoso.

Además, rechazó un cargo tan importante como el de ministro de Salud e Instrucción Pública, solo aceptando el cargo de senador vitalicio a petición de José Canalejas porque esta plaza no tenía asignación económica.

Otro hecho curioso y que muestra su personalidad fue cuando su hijo se fue a investigar en el extranjero y Ramón y Cajal le pagó todo. Cajal era por aquel entonces director de la Junta que otorgaba becas para esta finalidad, y por ello se le preguntó por qué no le había dado una beca a su propio hijo. Santiago Ramón y Cajal contestó que por eso mismo, por ser su hijo.

Cabe destacar que en 1877 Santiago Ramón y Cajal ingresó en la logia masónica de los Caballeros de la Noche, recibiendo el nombre simbólico del médico andalusí Averroes. Esto, pese a que fue tenido en cuenta durante el franquismo, no fue un impediente para que recibiera como premio póstumo el título de marqués en el centenario de su nacimiento en 1952.

Si bien Ramón y Cajal es conocido mayormente por su tarea en el campo de la histología, también investigó sobre la fotografía, descubriendo maneras para perfeccionarla, aunque algunos de sus hallazgos fueron también alcanzados por Thomas Edison. También realizó algunas mejoras propias al gramófono, aunque no se volvieran muy famosas debido a no tener quien le financiara sus proyectos.

Años después, se le concedió el título de presidente de honor de la Real Sociedad Fotográfica de Madrid.

Referencias bibliográficas

  • Baratas Díaz, Luis Alfredo (1997). «La obra neuro-embriológica de Santiago Ramón y Cajal». Dynamis: Acta Hispanica ad Medicinae Scientiarumque. Historiam Illustrandam (Universidad de Granada)
  • González, M. (2006). Santiago Ramón y Cajal, a cien años del premio Nobel. Ciencias, 84: 68-75.
  • Loren, Santiago (1982). Noguer, ed. Ramón y Cajal. Barcelona: Editorial Just in Time S.L.
  • Ramón y Cajal, Santiago (2006). Trabajos escogidos. Antoni Bosch Editor.
  • Ramón y Cajal, Santiago (2008). Recuerdos de mi vida. Historia de mi labor científica. Alianza Editorial.
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